18 sept 2006

Atrevete si tienes edad y sino ¿por qué no?

Algo que no habia hecho nunca en Londres, paleto de mi, si es a lo único que iba la gente a Londres, era ir de tiendas y mercados. Será por la edad de mi hija y porque lo más turistico ya esta visto, ahora hay que ir a otras cosas. La próxima al futbol, esta vez no pude, no habia partido el sabado. La verdad que entre las cosas que he descubierto, será la edad, es que aparte de no entar en casi ningun museo, la arquitectura me llama más la atención, el escaparatismo es un arte. La tienda de Cyberdog en el mercado de Candem Town me dejo flasheado, yo ya soy un poco "pureta" como dice mi hijo, pero visto con un poco más detenimiento, no hay como no tener prisa y perderse un rato. La decoración, escaparatismo puro, era arte y como tal, al igual que los museos: ni fotos , ni camaras, ni nada, copyright total. La web toda flasheada tambien, hasta me atreví a comprar una camiseta, vamos igual que en un museo y yo que me quería librar de ellos. Los maniquis, las emplead@s todo a juego. En Spain solo estan en Ibiza por lo de las macrodiscotecas será para hacer juego dentro y no desentonar. Ya me lo dice mi hijo, esa camiseta es para mí. Debe de tener razón, si doy mucho el "cante" tendré que darsela no vaya a ser que flashee con algun aparato interno de algun amigo, llamese "clavo en la rodilla", marcapasos o vete a saber que "dermoestetica" se habran hecho alguien con el que te encuentres en alguna reunión. Es algodon puro, pero verte a saber si ese flasheo es fosforescente y le nublas la lentilla o la operación laser que le ha costado un riñon. Estos nuevos mundos no se sabe de que van. Pero me temo que es lo de siempre, todo cambia para que siga igual, estuve en un museo. La entrada era gratis pero me sacaron el dinero igual. Esto del Arte cuantas vueltas da, pero que contento estoy con la camiseta más contento que un tonto con katiuskas en el desierto. No se si la proxima vez que vaya a Londres iré al futbol, si en esto que parece tan simple tambien nos dejamos engañar, ¡Qué nos queda!.

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